Fingir tus orgasmos ¿Ayuda?
¿Cuántas veces has fingido un orgasmo?
¿Te has preguntado realmente para qué y en qué te beneficia a ti, a tu pareja y a la relación fingir un orgasmo?
La verdad de las cosas es que todos hemos fingido más de una vez. Sí, hombres y mujeres. Es de estos secretos sabidos, sin embargo, es importante tengas claro que es una salida rápida de engaño y que la mayoría de las veces resulta muy dañina para todos, lo peor más dañina para ti.
La falsa creencia, que ha sido tan nociva para todos, de que siempre que tenemos un encuentro sexual el ORGASMO es la única forma de expresar o saber que se disfrutó, saber que “se quedó satisfecho”, que supiste satisfacer al otro y PUDISTE darle su orgasmo, o el peor de todos, para “no dañar el ego y la falsa autoestima” del otro han sepultado relaciones, han echado por la borda la comunicación y el sexo consciente para convertirlo en una actividad banal de intercambio sin fondo y un concurso para ganar trofeos a la ignorancia y hundirnos en un vacío cada vez mayor.
¿De dónde nace esta mala costumbre?
Esta mala costumbre nace de estas falsas creencias y muchas más y la única forma de mejorar la situación es deconstruyendo varias creencias entre ellas las principales serían:
1.-El otro tiene que provocarme y darme mi placer - tu eres responsable de tu placer y eso significa conocerte, hablar, expresar y compartir con el otro las formas en que disfrutas ser tocada.
2.- Si le digo que no me vine o no llegué se va a enojar, molestar o sentir mal - Si se enoja, si se siente mal ese es su problema y será mucho mejor si toma responsabilidad y se pone la pila en educarse, conocer más y dejar de basar todo su valor en un pene que mete y saca.
3.- Seguir usando el orgasmo como medida de “calidad” pues es limitativa y nada real- Te priva de gozar y vivir plenamente todos tus encuentros sexuales, te enfocas en contabilizar o en querer llegar y eso te bloqueará.
¿Qué pasa si no finges?
Ganas honestidad y claridad en tu relación, puedes platicar más sobre lo que te gusta y lo que sienten y explorar nuevas maneras de tocarse y moverse. Si finges, te quedarás estancada en la insatisfacción. Estás mintiendo y a partir de ahí creas un nido idóneo para que surjan más mentiras de todo tipo y no haya transparencia en tu relación, con el tiempo, se volcarán en contra tuya. ¿Porqué? Pues al mentir sobre tu placer y satisfacción le haces creer a tu compañero que lo que hacen te llena y no das espacio para mejorar, aprender, ni para curiosear o probar y no hay motivación pues si te “satisfizo” ¿para qué le mueve? Lo que te llevará a frustraciones y muchos reclamos.
La idea es que puedas disfrutar de una plenitud sexual quitando peso y expectativas y te dejes fluir, deja de fingir y ante su ausencia simplemente acepta que: No siempre tienes que llegar al clímax y que no es relevante si todo lo demás te causa placer y lo disfrutas al máximo. Si te sientes satisfecha hayas tenido orgasmo o no, todo marchará bien, los espacios de intimidad son mucho más que un orgasmo, son plenos si disfrutas todas las etapas y todas las formas, no lo olvides.
Ojo: si nunca tienes orgasmos, nunca llegues a ellos o no sabes cómo tenerlos ni sola ni con pareja, ahí si hay que atenderte y si te importa trabajar poco apoco en ti y tu camino hacia la plenitud de vida.
El tercer punto es: deja que tu pareja también asuma su parte y su roll en la cama, que se dé cuenta que debe verte, saberte, observarte y escucharte para conocer qué te da placer y así lograr una sexualidad balanceada y no sólo enfocada en su placer.
El tercer punto es: deja que tu pareja también asuma su parte y su roll en la cama, que se dé cuenta que debe verte, saberte, observarte y escucharte para conocer qué te da placer y así lograr una sexualidad balanceada y no sólo enfocada en su placer. Verás que a él le encantará y le va a excitar aún más saber que te puede ofrecer placer relación sus manos, boca, cuerpo y entrega. No lo tomes a mal, muchos no han aprendido a tocarnos, muchos solo se educaron con el porno o por “amigos”… pueden tener la mejor intención, pero no tener idea de lo que están haciendo aunque socialmente no se vea bien que lo acepten.
Por otro lado, hay otros hombres que no han tomado consciencia de que hacer el amor y tener sexo es para placer de los involucrados sea en pareja, en trío u otras formas, y están socialmente tan condicionados, que faltará despertarlos y acompañarlos en el viaje de nuevos paradigmas y educación. Por lo mismo, es importante hacerles saber si van bien o no y dejar de “protegerlos” pues no les hacemos ningún favor.
Recuerda, SÍ eres responsable de tu placer, de tu plenitud sexual y de tu vida. Aprender a comunicarte de diferentes formas, es vital. Fingir tus orgasmos te podrá zafar de un encuentro, de una plática incómoda, o te servirá para no darle vueltas al asunto, pero si lo haces frecuentemente CUIDADO, estás provocando un sexo poco placentero y de mucha inconformidad y frustración que afectará todas las áreas de tu relación, si te importa la relación No finjas.
Te invito a que abras la posibilidad de comunicar lo que te gusta. Siempre enfatizo la importancia de auto toque amoroso, que te sepas y conozcas, que te des el tiempo y la oportunidad de experimentar contigo misma. Sólo a partir de reconocer tu cuerpo y qué te da placer podrás compartir con el otro esa información.
Enriquece tu vida y no más mentiras que matan.
Pretextos para fingir, te animo escribas el tuyo:
Quieres terminar por estar cansada y no te atreves a decirle a tu pareja que así estás bien
Lo disfrutaste mucho o talvez no tanto y ya te fue suficiente
Sabes que no vas a llegar al orgasmo y no sabes expresarle que lo estás disfrutando mucho, pero esta vez no llegarás y no hay problema (pues si han fijado el orgasmo y la eyaculación como la meta y calificación de 10 estás encajonada)
No te atreves a decirle a tu pareja que así no disfrutas o te excita
Si dice es muy bueno e hizo llegar a muchas otras y a mi no, me va a dejar (eso ni lo sabes de cierto)
No quiero que se aleje de mi o vaya a buscar a otras (¿en eso basas tu relación?)
No me importa si no me vengo, me gusta que él se venga, estoy bien así
Es por él, para no lastimarlo pues puedes hacerlo dudar
La verdad es que comienzas un círculo imparable donde se debilita la relación, empeora el sexo y todos los miedos que no querías enfrentar te devorarán tarde o temprano.
Espero que ahora hayas identificado para qué lo haces y comprendas que con eso dañas más tu relación. Empiezas a comunicarte mejor y a descubrir otras formas para un sexo con mayor placer para ambos.
VeroMon